Los separadores son elementos que nos aíslan el elemento sensible de un aparato de medida de presión de ciertos fluidos corrosivos, viscosos, pastosos o peligrosos.
Están constituidos por una membrana metálica soldada o pinzada sobre un disco superior que está acoplado a un disco inferior o a una brida .
La transmisión de presión se efectúa por medio de un líquido neutro desplazado por la membrana, que se deforma bajo el efecto de la presión. Esta compresión se transmite directamente al instrumento de medida.
Separadores con conexión roscada.
La parte baja del separador (parte en contacto con el proceso) dispone de una conexión a proceso roscada. Esta rosca puede suponer el acceso a la membrana (mediante un orificio de paso para el fluido) o puede disponer de una membrana soldada en el extremo de la rosca (membrana aflorante).
Los modelos más habituales son las series D100, D101, D200, D300 y D050.
Separadores con conexión bridada
La parte baja del separador (parte en contacto con el proceso) dispone de una conexión a proceso por brida DIN o ASNSI. Esta brida puede suponer el acceso a la membrana (mediante un orificio de paso para el fluido) en los llamados separadores de carrete o puede disponer de una membrana soldada en la misma cara de la brida (membrana aflorante).
Los modelos más habituales son las series D400, D621, D631, D801, etc.
Separadores para aplicaciones sanitarias
Están destinados a instalaciones que precisan de un estado de limpieza rigurosa y una inocuidad total para los productos en contacto. Su función es evitar que se desarrollen bacterias en el elemento de medida.
El acoplamiento rápido y la membrana rasante del separador facilitan especialmente la limpieza. Así mismo disponemos de equipos que cumplen las normativas más exigentes en este campo especialmente las referentes al campo médico y farmacéutico y la alimentación como la FDA o 3A.
Las conexiones estandarizadas más habituales son según DIN 11851, SMS145y Clamp ISO 2852.
Los modelos más habituales son las series DANC, DAEF, DAEL, etc.