Las termorresistencias son sensores de temperatura cuya resistencia varía en función de la temperatura. Esta variación es proporcional y repetitiva. La variación se comporta bajo la fórmula Rt=R0 *(1+α*t).
Los tipos de termorresistencias más habituales en industria incorporan los sensores tipo PT100 (100 Ohm a 0ºC) y PT1000 (1000 Ohm a 0ºC). No obstante existen normalizados muchos otros tipos de sensores que también podemos incorporar a nuestras sondas: PT50 , PT200 , PT500 Ni100 , Ni120 , Ni1000, Cu10 , Cu50 , NTP , PTC.
Las sondas de temperatura además del tipo de sensor están condicionadas por todos los elementos constructivos que varían en función de la aplicación y la temperatura de trabajo.
Inmersor. Incluye la zona donde se aloja el elemento de medida, se trata de un bulbo de una longitud y un diámetro determinado. Los materiales constructivos son normalmente metales: distintos tipos de aceros inoxidables, inconel, hastelloy, monel, etc.
El aislamiento interior puede ser por avalorios cerámicos, óxido de magnesio o pueden ser “encamisadas” que soportan altas vibraciones y temperatura debido a disponer un aislamiento compactado.
Cabezal. Define la zona de conexión eléctrica. Puede ser un cabezal de distintas formas y normas (Din B, DIN A, Cl, GUAB, etc. ), un conector o salida directa de cable.
Los cabezales pueden albergar también una electrónica de amplificación (transmisor o miniconvertidor) con rango de temperatura configurables y distintos tipos de señal de salida ( 4-20 mA, HART, bus de datos, etc.)
Conexión a proceso. Definen la forma de fijación al proceso. Pueden ser conexiones roscadas (1/4”, ½” tipo GAS, BSP o NPT, bridas DIN, bridas no normalizadas, conexiones tipo bayoneta, etc.)