La precipitación se mide a partir de los pluviómetros de balancín. El área de recogida de 324 cm2(203 mm de diámetro) está conforme con las directrices de las WMO.
El balancín interior (recipiente basculante) se llena y vacía generando un pulso cada 0,1 o 0,2 mm de precipitación (lit/m2) que utilizaremos para medir la intensidad y pluviometría acumulada.
Los pluviómetros se pueden instalar en el extremo de un mástil, en el lateral del mismo o con una base en el suelo.
Los sensores pueden estar calefactados para la medición de la precipitación de sólidos (nieve o granizo). Para estos casos también se dispone del DQL011 que nos mide el nivel de la nieve en suelo.
Otros sensores de medida de precipitación son los detectores de lluvia (DQA060) o de presencia de agua (DQA057) que nos informan de la presencia o ausencia de precipitación o rocío.