Termómetros de precisión
Son los elementos tradicionales de medida de temperatura. Los agrupamos en dos tipos.
Termómetros mecánicos de precisión. Basados en la dilatación de un fluido en una varilla de cristal (tradicionalmente mercurio) nos permiten la medias de precisión en diferentes zonas de temperatura (lo que nos permite una resolución y tamaño adecuado para una correcta lectura visual).
Termómetros digitales. Basados en sensores de temperatura por termorresisténcia o termopar. La lectura digital nos permite eliminar los errores de observación disponiendo de dos o tres decimales de resolución de lectura. Pueden cubrir todo el campo de temperatura habitual (-100 a 1600ºC) en función del modelo y tipo de sensor.
Baños termostáticos
Son elementos básicos de la generación de temperatura para la calibración de instrumentos por comparación con un termómetro patrón. Un elemento calefactor o enfriador nos regula la temperatura del fluido (aceite para temperaturas bajas y arena para muy altas temperatura). La precisión y especialmente la homogeneidad y estabilidad del sistema nos garantizan que la temperatura de todo el fluido es la misma y por tanto las medidas de la sonda patrón y del instrumento a calibrar son comparables.
Hornos de calibración
Son elementos básicos de la generación de temperatura para la calibración de instrumentos por comparación con un termómetro patrón. Un elemento calefactor o enfriador nos regula la temperatura del aire que circula en una cavidad. La precisión y especialmente la homogeneidad y estabilidad del sistema nos garantizan que la temperatura de todo el recipiente es la misma y por tanto las medidas de la sonda patrón y del instrumento a calibrar son comparables. A diferencia de los baños, los hornos de calibración son por completo asépticos por lo que no contaminan la zona de medición con vapores de aceite ni se debe eliminar de los equipos calibrados los restos de fluidos donde se encontraban sumergidos.